domingo, 16 de septiembre de 2012

VISITA A LA SALA IVORY PRESS


IVORY PRESS: ZAHA HADID

Esta exposición muestra todo el desarrollo intelectual a lo largo de su carrera de esta persona que se nos descubre como artista. El principal factor a tener en cuenta en la exposición es que no intenta tanto mostrar una serie de objetos, sino que nos ofrece todo un proceso de trabajo y de pensamiento mucho más enriquecedor que la obra resultante, una forma de pensar, de trabajar, de entender, de evolucionar y de experimentar. Se nos ofrece la oportunidad no solo de ver el edificio resultante, sino estar por unos instantes en la cabeza de la creadora, de su proceso, como concibe esos escenarios e ideas que después con mayor o menor fidelidad llegará a la luz, y sobre todo como concebir desde el arte.

Los distintos puntos de vista que se aprecian en las pinturas, los mundos multidimensionales en relieve, juegos de colores experimentación con formas… son las bases de trabajo sobre las que después se aplicarán una serie de condiciones para poder pasarlo al plano real, pero firme en sus conceptos.

Todo esto también se lleva a cabo a la hora de montar la exposición, porque afortunadamente, de todo en caos del que extrae las ideas, es capaz de componer un orden jerarquizando piezas y generando la exposición como un todo, que se puede entender desde cualquier punto de la sala.

Los distintos materiales, los diversos colores, las múltiples luces… son los elementos que componen las distintas perspectivas que generan la imagen individual y de conjunto, como unas se sirven a otras, como se conducen entre ellas, primeros, segundos y terceros planos, relieves y planos, colores, blancos y negros. Todo esto hace posible que te puedas detener frente a una figura, pero que desde otro punto la vuelvas a observar pero ahora enmarcada por otro elemento o apareciendo una serie de colores y composiciones de fondo.

Se juega con la atracción y contraste visual, que generan atmosferas específicas para cada lugar de la sala. La combinación de una gran masa amorfa negra combinada con una seriación de objetos permite que desde lejos gane fuerza la masa, pero de ceca te sirva como fondo neutro para evitar distracciones, las combinaciones de volúmenes en escala de grises a lo largo de la sala que se ve muy enriquecida por una segunda gama de grises producido por el juego de luces y sombras. En definitiva, es una sala muy experimental, que además sabe no cargar ningún punto y repartirlo temáticamente y ceder los espacios necesarios a cada objeto en función de sus necesidades de luz, exclusividad y composición, además de hacerlo en una secuencia lógica de atracción a la mirada mediante focos atrayentes: un acceso de cuadros mucho más sobrios y de contemplación, una mesa y formas orgánicas como reclamo de fondo con sus necesarios distanciamientos y colocaciones exentas para de nuevo abrirnos paso a todo un mundo de sensaciones, donde destaca la luz y trasparencia con la mesa de cristal y la oscuridad y opacidad con la masa amorfa colgada del techo con distintos escenarios intermedios colocados como transición.

A pesar de los elevados costos y medios que esto supone y de la exclusividad de la obra, el conjunto permite un nivel de lectura en la exposición extraordinariamente rico, que hace los placeres de todo aquel que quiere ver.


                                                                   Grados de lectura



                                                      Disposición de la sala y perspectivas






VISITA AL PALACIO DE CRISTAL


PALACIO DE CRISTAL:

La exposición de nacho criado tiene muchos frentes de análisis como para aventurarse a definirla dentro del gradiente bueno-malo. Atendiendo al montaje expositivo y su distribución en la sala, salta a la vista que no está ubicada de forma artística con toda la complejidad que esto implicaría, sino que se expone de forma objetual, donde las distintas obras ocupan los puntos centrales de las varias subdivisiones en que se podría entender el palacio de cristal. Esto reduce muy notablemente las sensaciones que pueda transmitir al visitante, puesto que podría verlo de igual manera en cualquier otra sala del mundo en vez de apreciar juegos y conexiones que ofrece este gran escenario.

Se debe alabar la afinidad que presenta la obra del artista con el pabellón que lo contiene, y por ende la elección de exponerlo en ese lugar y no en otro. El motivo no es sino el choque entre los distintos estados de una misma materia, unidos por las cualidades comunes propias del vidrio como los reflejos, las transparencias, la ligereza… Aquí podríamos entrar a hablar de un juego de escalas, donde continente y contenido manejan un mismo léxico e incluso podemos encontrarnos con este hecho hasta en un segundo grado en el caso de los vidrios rotos dentro de las mamparas.

Dentro de la propia exposición, podemos hacer juicio sobre las obras de arte. Se debe valorar el resultado alcanzado al trabajar con materiales reciclados y medios en consonancia, y como con el proceso imaginativo y de creación ha sabido transformar el “desecho” en algo nuevo y con entidad propia. También es virtud la diversidad de interpretaciones que se pueden hacer sobre la obra, ya que se puede mirar en juegos de reflejos y transparencias, mensajes ocultos que describen la sociedad actual, composición entre elementos dentro de la obra, obsolescencia, desgaste, durabilidad, reciclaje… aunque su virtud acabe siendo en cierta medida su defecto, ya que la exposición evocaba más a una interpretación racional que a la emocional, siendo el propio palacio de cristal quien en parte supliera esa carencia de fuertes sensaciones mediante su impactante espacio interior.

Una pequeña aportación que se pudiera hacer a la exposición, es la de intentar una exposición como un todo donde se pudiera reconocer a su vez las distintas entidades independientes y de significado, pero que aunasen sus fuerzas para evocas sensaciones y permitir aprovechar la potencia que generaría en juego de los puntos de vista en vez de la monótona centralidad del objeto sobre las distintas figuras geométricas de la planta. Además se podría complementar la exposición con luces complementarias que no solo permitieran mirar la obra, sino que revelaran nuevos significados ocultos mediante luces internas, oblicuas y sus sombras, indirectas o incluso introduciendo pequeñas notas de color. Todos estos comentarios deben contextualizarse dentro de la discusión y crítica a una exposición de un elevadísimo nivel, donde las acusaciones ejercidas no dejan de ser percepciones personales y subjetivas.